Temed, temed... porque lo acontencido lunes noche en El Yellow ha sido de lo mejor vivido en cuanto espionaje vecinal se refiere.Como ya sabeis, han puesto un andamio en todo el edificio de enfrente, algo que no solo incomoda la vida en el yellow a la hora de querer pasearse en bragas por el salón, haciendo que los obreros tengan buenas vistas, si no que además dificulta mi tarea de ver qué se cuece en las casas de los gays, los Cantori y demás vecinos.
El caso es que cenando el lunes con nuestra amiga G. (una asidua del blog, del piso, y amante de dejar mensajitos en la pizarra de la cocina bajo la lista de la compra pidiendo cosas imposibles) vimos cómo apenas se podía ver el salón Cantori cuando antes no tenían secretos para nosotros y nos preguntamos "¿Y ahora cómo echarán el agua?". Llegamos a la conclusión de que ya no lo harían, andamios, no llegaría ni a la calle, y además dejarlo todo mojado para los paletas podría ser peligroso... Pero pocos minutos después vino la respuesta sola. Un goteo insistente y diferente al oido hasta ahora nos hizo pegarnos al cristal para ver a la matriarca Cantori echando agua igualmente por encima de los andamios (eso sí, con más cuidado que de costumbre).
Nos estábamos preguntando (una vez más) por qué demonios lo hacen cuando, ojo, uno de los gays abrió con brío la puerta de su balcón y salió, sin camiseta, declamando a gritos "No me lo puedo creer... Esto no es normal... ¡NO ES NORMAL!! Todo mojao... está todo mojao!!".
El gay miró con furia hacia arriba, intentando escapar de las goteras mientras que los Cantori, ajenos a los gritos, ni se inmutaron y siguieron la tarea.
Enfadado el gay se metió dentro pero segundos después, habiendo parado el riego, volvió a salir. Los Cantori, en el balcón, a la suya...
El gay entró de nuevo enfadado. Ante tanta excitación del momento intentamos entender qué le decía el patriarca Cantori a su hija, porque rusmiaba por lo bajo (no tan bajo que se escuchaba algo, pero no tan alto como para compartirlo tan abiertamente).
Todo esto que os cuento sólo puede significar una cosa: GUERRA en consell de cent. Un andamio, que ya suelen ser tema de disputa, ha sacado la furia de uno de los vecinos que sufren día sí, día también, el chaparrón Cantori. ¿Se unirán los demás en protesta, dejando ésta de ser silenciosa, como ahora? Próximamente os informaremos...
